Cuidar la salud del corazón es fundamental para disfrutar de una vida llena y saludable, y uno de los aspectos clave es el colesterol, una molécula vital para el organismo y que participa en muchos procesos vitales para el ser humano, pero que, cuando se encuentra en exceso, puede convertirse en un enemigo silencioso para nuestro sistema cardiovascular. 

El colesterol es precursor de diferentes moléculas esenciales: 

  • Las sales biliares. Necesarias para la digestión de las grasas. 
  • Hormonas sexuales. Testosterona (hombres) y, progesterona y estrógenos (mujer). 
  • Hormonas corticoides. Implicadas en diferentes funciones fisiológicas (regulación de la inflamación, sistema inmunitario, metabolismo de carbohidratos y la respuesta ante el estrés). 

Tenemos dos tipos de fuente: 

  • Endógena (80%). Síntesis en el hígado. 
  • Exógena (20%). A través de la dieta. 

Y es transportado por dos lipoproteínas: 

  • LDL (baja densidad). También conocido como el «colesterol malo». En niveles elevados, el cLDL, puede acumularse en las paredes de las arterias y producir una disminución del flujo sanguíneo, la cual cosa puede incrementar el riesgo de padecer un infarto o una enfermedad coronaria. 
  • HDL (alta densidad). Se encargan de transportar el colesterol no utilizado desde los tejidos hasta el hígado dónde puede ser eliminado o reciclado para otras funciones. Se identifica como «colesterol bueno». 

¿Cómo podemos disminuir el colesterol en sangre y, por lo tanto, el riesgo cardiovascular?

Los cambios en el estilo de vida y modificaciones de la conducta son medidas imprescindibles para el control del colesterol, y tienen que seguirse de por vida, independientemente del tratamiento farmacológico prescrito. 

  1. Alimentación equilibrada: evita sobre todo el consumo de productos procesados y limita al máximo el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas. 
  2. Limita el consumo de alcohol y tabaco (reducen los niveles de HDL). 
  3. Practica ejercicio físico (andar, ciclismo, natación). Es recomendable hacer una actividad física unos 30-60 minutos al día. 
  4. Modifica los hábitos como ir al trabajo en bicicleta, andar más, no coger el ascensor, etc. 

Durante etapas de cambios hormonales, como el embarazo o la menopausia, se pueden alterar los niveles lipídicos en sangre. En particular, durante la menopausia, la disminución de estrógenos reduce el colesterol «bueno» y aumenta el «malo». Por eso, es especialmente importante seguir las recomendaciones anteriores para mantener el colesterol bajo control en estas etapas. 

Recuerda, que, desde tu farmacia, podremos asesorarte desde el primer momento y ayudarte a escoger la mejor solución que se adapte a tus necesidades.